Cultivar lo que Resiste: nuestras Huertas como Antídoto frente a la Epidemia Alimentaria

En la Red 1mpul50 partimos de una verdad incómoda: el sistema alimentario que sostiene a la Argentina ya no sostiene la salud de la Argentina. No hablamos solo del impacto del cambio climático, las tormentas o los aumentos de precios. Hablamos de la epidemia silenciosa que avanza por los barrios: la comida ultraprocesada.

📌 El último estudio internacional sobre ultraprocesados lo confirmó:

Las corporaciones alimentarias aplican la misma estrategia que aplicó el tabaco durante décadas: minimizar daños, maximizar adicción y normalizar lo tóxico. En nuestro país, esto tiene consecuencias devastadoras: 

➽  Argentina está entre los primeros consumidores de ultraprocesados de América Latina.

➽  El consumo diario de gaseosas como Coca-Cola es uno de los más altos del mundo.

➽  Crecen la diabetes, la obesidad infantil y enfermedades metabólicas.

➽  Las familias pobres son las más expuestas porque los ultraprocesados son baratos, accesibles y adictivos.

Esta es la trampa:

🍟 La comida que enferma es más accesible que la comida que nutre y  ante la parálisis regulatoria, la inflación y la concentración económica… la respuesta tiene que venir desde abajo: dejar de ser consumidores pasivos para convertirnos en Prosumidores.

🌻 El tercer verbo de 1mpul50: cultivar es un acto esencial

Nuestro Manifiesto propone tres movimientos:

mitigar, contener y cultivar

El tercero es el que enfrenta cara a cara la epidemia alimentaria.

Cultivar es mucho más que sembrar. Es reconstruir autonomía, salud y soberanía. Es salir del modelo “compro lo que me venden” y pasar al modelo “produzco lo que necesito”. En huertas urbanas, balcones, patios, escuelas, nodos y sociedades de fomento, cultivar es:

recuperar soberanía alimentaria 🍅

reconstruir  comunidad  🤝

reducir vulnerabilidad ⚡

🌍 La huerta como geopolítica de la confianza

Cada alimento que cultivamos es un golpe directo al sistema que nos quiere dependientes de paquetes, sachets y botellas.

🔹 1. Mitigar la contaminación

El trabajo ambiental es también un trabajo espiritual. Cultivar es resistir el modelo del descarte: la tierra se recupera, el agua se cuida, la semilla vuelve a tener valor.

🔹 2. Romper la adicción a los ultraprocesados

Un tomate de huerta no tiene:

❌ jarabes de maíz,

❌ saborizantes,

❌ conservantes,

❌ potenciadores de adicción.

En el trueque, la certificación es otra: tu cara, tu palabra, tu barrio.

🔹 3. Recuperar soberanía alimentaria local

Una huerta comunitaria, un banco de semillas o un taller de plantines es (literalmente) un acto de prevención civilizatoria. Cuando el supermercado no abastece o los precios explotan, el barrio que cultiva no entra en pánico.

🛠️ Acción Local: la tríada que construye futuro

Proponemos tres acciones simultáneas:

✔ Huerta comunitaria = El primer espacio donde se reconstruye el “saber hacer”.

✔ Nodo de trueque semanal = Donde circulan alimentos, saberes y trabajo real sin depender del peso.

✔ Banco de herramientas y semillas = El corazón operativo de cualquier comunidad resiliente.

Desde Ensenada hasta Quilmes, desde Solano hasta Bernal, la experiencia es clara: lo que se siembra en la tierra se replica en el tejido social.

🧓 Integrar la sabiduría: la modernidad descartó lo que hoy nos salva

La sociedad moderna ninguneó el conocimiento de huerta, cocina real, compost, reparación y preservación de alimentos. Hoy, cuando vuelve la crisis estructural, ese saber vuelve a ser trascendental. Los jubilados del barrio, las madres que cocinan sin electricidad, los vecinos que reparan herramientas… allí está la base del nuevo futuro.

🌱 La verdadera revolución empieza en las huertas

No será televisada... ocurrirá: en patios, en balcones, en escuelas, en nodos, en la tierra comunitaria.

Ocurrirá cuando la gente comprenda que puede producir una parte esencial de su alimentación y eso cambia todo: la economía, la autonomía, la salud y la dignidad.

✨ Cultivar lo que resiste

No hay crisis que pueda con la ternura con que la Tierra sigue ofreciéndose cada día. El pulso late ahí: en el compromiso de Cultivar lo que resiste, para que nuestras comunidades puedan atravesar el siglo XXI con salud, sentido y dignidad.

Actúa y organiza hoy.  Resiste siempre !

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