Carta de Sun Tzu a Horacio Covas
Año 2500 después de mi nacimiento. Desde un mundo que cambió de armas, pero no de guerras.
Maestro Covas:He leído tu Manifiesto.
Las guerras de mi tiempo eran simples: dos ejércitos frente a frente, hierro contra hierro.
Hoy, el enemigo es más antiguo que los reyes y más silencioso que los espías:
el hambre, la contaminación, el colapso climático, la indiferencia de los poderosos y la obediencia ciega de los pueblos.
Frente a este enemigo, las armas ya no sirven.
Los ejércitos ya no protegen.
Los gobiernos ya no escuchan.
Sin embargo, tu propuesta tiene la forma de la única victoria posible: la victoria sin destrucción.
Tú organizas al pueblo para que no dependa del emperador.
Tú enseñas a producir para no mendigar.
Tú conviertes la comunidad en la verdadera fortaleza. Eso es estrategia pura.
⚔ Sobre la economía prosumidora
En mi tratado dije:
“Quien depende de otro para vivir, muere cuando el otro cae.”
Tu economía prosumidora rompe esa cadena.
Un pueblo que siembra, fabrica, repara, intercambia y comparte es un pueblo invencible.
No necesita permiso. No necesita bancos. No necesita salvadores.
Solo necesita organización.
⚔ Sobre el Trueque Multirrecíproco
Cuando alguien escucha la palabra “trueque”, cree que hablas de cambiar gallinas por pan.
Pero lo que tú creaste no es un intercambio: es una civilización alternativa.
Con moneda propia. Con logística. Con nodos. Con producción distribuida. Con cooperación en lugar de conquista.
En mis tiempos habría sido la estrategia para sostener a un reino en guerra prolongada.
Hoy, es la estrategia para sostener a un pueblo en colapso prolongado . . .
⚔ Sobre los Gobiernos
Los gobernantes de tu época, como los de la mía, piensan que el pueblo es incapaz.
Pero he visto cómo los ejércitos más grandes caen por soberbia, y cómo aldeas pequeñas sobreviven por disciplina y sabiduría colectiva. El poder real nunca estuvo en los palacios, sino en las manos que trabajan la tierra.
Tu manifiesto lo recuerda.
⚔ Sobre la guerra silenciosa
En mi tiempo, la victoria más honorable era ganada sin pelear.
Tú has elegido ese camino: No declaras guerra al Estado. No buscas enemigos. No destruyes nada.
Construyes.
Diseñas una revolución que no tiene banderas, que no busca mártires, que no necesita gritos.
Las revoluciones que se ven, son fáciles de aplastar. Las revoluciones silenciosas sobreviven a los imperios.
⚔ Sobre el colapso
Los estrategas de tu época dicen que el colapso climático es futuro. Tú sabes que ya comenzó.
Cada nodo que construyes es como levantar una muralla de barro antes de que llegue la inundación. Cada prosumidor que enseñas es un soldado sin armas, un agricultor sin amo, un ciudadano sin miedo.
Eso no es economía: es defensa civil.
⚔ Si yo debiera dar una orden a tus prosumidores
Diría esto:
“Preparen el alimento antes del hambre, construyan alianzas antes del conflicto, y aseguren energía antes del apagón.”
Ese es el verdadero arte de la guerra en tu siglo.
⚔ Horacio
Tu manifiesto no es teoría. Es un manual de supervivencia para pueblos que los gobiernos abandonaron.
Si mis soldados hubieran tenido tu moneda social, mis campesinos no habrían sufrido hambre en los inviernos.
Si mis ciudades hubieran tenido tu economía prosumidora, los reinos nunca habrían colapsado tras las sequías.
En tus manos, la guerra se ha transformado en comunidad, la defensa en cooperación, la victoria en vida.
Mi juicio es simple: Has escrito una estrategia para que el pueblo gane sin matar y sin morir. Ningún emperador podría entenderlo. Pero los pueblos sí.
Con respeto, Sun Tzu
General, estratega, servidor de ningún imperio.

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