Conciencia sin acción??? El costo humano de mirar a otro lado

 Después de ver la crisis climática en tu barrio, en tu agua y en tu mesa, ¿es posible seguir como si nada? esta no es una pregunta intelectual, es una decisión política, ética y cotidiana. Y tiene consecuencias reales en cada territorio.



¿Cómo se puede evadir el compromiso social después de tomar conciencia?

Por más distracciones, comodidades o entretenimientos que nos rodeen, cuando el cambio climático deja de ser noticia y se convierte en experiencia directa (sequías, calor extremo, cortes de agua, alimentos más caros) ¿se puede dar la espalda y no hacer nada?

La mayoría de las personas vive su “día a día” sin ver el mapa completo.

📺 Desinformación mediática

📵  Aislamiento  post-pandemia

💬 Mentes fragmentadas, sin poder unir los puntos

Muchos todavía creen que cada vez que abran la canilla saldrá agua pura. No perciben que hay potencias explorando territorios latinoamericanos hace décadas para asegurarse ese recurso. La disputa por el agua no es ciencia ficción ni futuro distante: está pasando ahora !

Cuando el agua ya no vuelve

Hace décadas vimos un comercial donde un barco transportaba un iceberg hacia Europa. Nos parecía extravagante. Hoy, ni hace falta mover un barco: el aumento de temperatura convierte agua dulce en salada, inutilizando ríos, estuarios y deltas para beber y producir alimentos.

🌡️ A más calor

🌱 Más alimentos en riesgo

💧 Menos agua dulce utilizable

No hay metáfora: esto ya ocurre !

La memoria importa: conciencia, cooperación y trueque

En 1975 me hice ambientalista, al participar de una conferencia en la Facultad de Ingenieria y tomar conciencia de la contaminación atmosférica por el uso de combustibles fósiles y carbón. Trabajé en ese sentido en varias organizaciones durante mi juventud. En 1976, esa militancia me llevó a ser perseguido y encarcelado: estábamos en plena dictadura, y un libre pensador era un estorbo —o un “subversivo”—. Para ese entonces ya había iniciado mi emprendimiento de cosmética, junto a quien era mi novia, y para mejorar las ventas me formé en venta directa en Libriana, Círculo de Lectores y finalmente Amway. Armé pequeños grupos comerciales con compañeros de militancia social. Ahí entendí dos cosas fundamentales: el valor del trabajo en equipo y la construcción de economía propia.

En 1980, con sobrestock de productos cosméticos y necesitando herramientas para construir mi primera casa (una prefabricada instalada en el fondo de la casa de mis padres, porque hasta ahí llegaba el presupuesto), comencé a hacer trueque directo con ferreterías amigas. Me conocían por mi ética, y confiaban. Así conseguí materiales de construcción, herramientas, apliques eléctricos y accesorios para esa casita de 3 x 6. De esa experiencia aprendí dos verdades:

🔁🤝  El trueque sirve !

👥⚙️🚀  El trabajo en equipo acelera las metas.

⚙️ Confianza como moneda

Las ferreterías me aceptaban porque conocían mi ética. Las comunidades funcionaban porque se respetaba la palabra.

Años después, ya como químico en La Rioja, con acceso a laboratorios, recursos y tecnología, descubrí algo que hoy sigue siendo verdad:

📌 Las empresas pueden caer

📌 El empleo puede desaparecer

📌 Pero la comunidad organizada sostiene la vida

Cuando denuncié una estafa dentro de la empresa en la que trabajaba, todo se desmoronó. Volví a Bernal. Pero esa caída abrió otra puerta: reconstruir desde abajo.

De vuelta a casa: construir con lo que hay

Mientras terminaba mi vivienda, necesitaba ingresos. Conseguí trabajo como bibliotecario en una Asociación Científica de Cosmética. Acceso a información de primer nivel. Allí desarrollé un Tesauro internacional para la base de datos mar grande del mundo: Kosmet y coordiné el proyecto.

Pero el país se hundía en desempleo. Entonces creé la Red Profesional, agrupando especialistas para proyectos llave en mano: formulaciones, estadísticas, producción, control de calidad. La biblioteca funcionaba como oficina. Cuando una empresa nos contrataba, convocaba a los que necesitaba. Funcionó.

Algunas PyMES querían nuestros servicios, pero ya no podían pagar. Yo respondí:

“Pagame con productos.”

Ahí empezó todo.

🚛 Llegaban fletes

📦 Llenaba depósitos

🤝 Había stock, pero no circulación

El punto de quiebre: Econosfera y el primer Club de Trueque

Fui a ver a Carlos, que trabajaba en la Tecnohuerta y el Programa de Autosuficiencia Regional. Conversamos con Ruben. Vimos piezas sueltas que podían encajar: mi Red Profesional, su curso, el stock de productos, la necesidad de ingresos alternativos en plena crisis.

Así nació Econosfera.  Así empezó el laboratorio a cielo abierto. Así se formó el primer Club de Trueque en Bernal en 1994.

1° de mayo de 1995 = El día que una idea se volvió práctica

Hoy: conciencia sin acción es complicidad

Del 95 hasta ahora, millones tomaron conciencia. Pero…

📲 celulares

💼 individualismo

📰 desinformación

😴 apatía

El problema es simple: saben, pero no actúan.  Y el tiempo se extingue ...

Pero esto no es “para adelante”. No es “que lo resuelva el que viene atras”, el cambio climático no respeta clases sociales, barrios cerrados, títulos universitarios ni cuentas bancarias.

🔥 el calor no diferencia

🌊 el agua no pregunta quién sos

🌪️ la  tormenta no chequea  tu  DNI

La diferencia la hacen quienes ya se preparan:

🧱 viviendo lejos de zonas inundables

🌱 aprendiendo a cultivar su huerta

🤝 organizando comunidades

🔁 armando redes de trueque

💵 defendiendo monedas sociales de oportunistas

Eso no es supervivencia: es civilización en miniatura, si no lo hacemos nosotros, nadie lo hará

¿Se puede evadir el compromiso social después de tomar conciencia?

Muchos lo hacen...

Pero la historia es clara:

Cuando el sistema colapsa, solo queda la comunidad organizada.

La resiliencia no es un discurso. Es una práctica cotidiana. Y empieza ahí mismo, donde estás:

🎒 un saber compartido

🌱 una huerta iniciada

💧 un litro de agua cosechado

🔁 un trueque entre vecinos

Esta es la sintesis de 70 años de vida, condesada en el Manifierto de 1mpul50, mi legado.

Y no hay que esperar el desastre para empezar a construir autonomía. El momento es ahora.

El cambio climático no es una amenaza futura. Es una prueba presente. Y la única salida digna es organizarse.

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