Clima e impacto ambiental

En 1997, al asumir la responsabilidad editorial de nuestro periódico "Red Global de Trueque", ya vislumbré las complicaciones que podrían surgir con la llegada del cambio climático. Advertíamos sobre la necesidad imperante de establecer un Programa Ambiental Regional para mitigar los efectos de este fenómeno. Un cuarto de siglo después, revisamos aquella nota, y sus predicciones resuenan con una urgencia aún más palpable en el contexto actual



Los cambios que estamos viviendo en el clima crean nuevos problemas ambientales para los cuales no estamos totalmente preparados.    

El impacto directo que ejercerán sobre la salud del hombre ciertos tipos de cambios climáticos pueden predecirse debido a que contamos con alta tecnología y datos estadísticos, por ejemplo se ha podido prever los efectos que causa el agujero de ozono al permitir que llegue la radicación ultravioleta "C" a nuestro cuerpo generando cáncer de piel y desordenes en la vista (como cataratas); pero su impacto indirecto o sus secuelas no se pueden calcular. 

Los cambios en el clima y las condiciones meteorológicas crean nuevos medios de cultivo para microorganismos infecciosos y sus portadores naturales (ratas e insectos) migran hacia nuevas regiones pobladas.  

La infiltración en la sal en napas de agua, la sequía en vastas zonas del país, el aumento del nivel del mar; todo ello induce a la propagación de enfermedades que se trasmiten a través del agua. Enfermedades que creíamos que estaban controladas han surgido en los últimos años y en ocasiones en forma más virulenta.

La neumonía y la tuberculosis resisten a las nuevas generaciones de fármacos. En todo el mundo se ha reavivado el cólera, el paludismo y la fiebre amarilla. Los hantavirus se dispersan cual onda expansiva por nuestro territorio.

Los factores que acentúan este conflicto son la pobreza, la inadecuada infraestructura de la salud pública, la urbanización, la deforestación y sus impactos ecológicos, entre otras cosas. 

Es nuestra responsabilidad como ciudadanos del mundo revertir la extensión e intensidad de este efecto a través de un Programa Ambiental Regional que reconceptualice la política energética y agropecuaria, asumiendo un fuerte compromiso en la reforestación con especies autóctonas y una acción preventiva en cuanto a la salud de la comunidad.  

Esto lo lograremos si fortalecemos nuestro mercado ético, donde el ambiente y la naturaleza estén integrados a nuestra conciencia colectiva y tanto el dinero como su perversa formula costo-beneficio no siga dominando al planeta.


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